Los fermentados no son solo tendencia en la cocina: en cosmética natural casera pueden convertirse en un ingrediente estrella. La fermentación transforma frutas, cereales o plantas, potenciando sus nutrientes y haciéndolos más fáciles de absorber por la piel.
Algunos beneficios de utilizar fermentados en tu cosmética natural casera son:
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Más vitaminas y antioxidantes (como la vitamina C natural).
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Aminoácidos y péptidos que ayudan a regenerar.
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Ácidos orgánicos que suavizan y equilibran el pH.
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Probióticos que refuerzan la microbiota cutánea.
Cómo hacer un fermentado casero paso a paso
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Esteriliza un tarro de cristal.
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Añade el ingrediente que prefieras y cúbrelo con agua destilada.
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(Opcional) Añade 1 cucharadita de miel o azúcar para activar la fermentación.
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Cubre con una gasa o tela fina tipo muselina (no lo cierres de forma hermética).
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Deja fermentar en un lugar fresco y oscuro entre 2 y 5 días.
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Ahora toca observar, cuando veas burbujas y notes un ligero olor ácido, filtra. No es necesario esperar más: si lo dejas demasiado, el pH puede bajar en exceso y resultar irritante.
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Guarda el líquido filtrado en un frasco oscuro en la nevera.
En fermentados caseros, la proporción más segura y práctica es cubrir por completo el ingrediente con el agua destilada, dejando un pequeño margen extra para que pueda moverse y fermentar sin que sobresalga nada al aire (así evitas moho).
Regla orientativa
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Frutas y verduras frescas: 1 parte de ingrediente (en peso) por 2–3 partes de agua destilada (en volumen).
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Hojas, flores o hierbas secas: 1 parte de ingrediente por 4–5 partes de agua, ya que absorben menos y ocupan más volumen.
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Cereales o semillas: cubrir con 2–3 cm extra de agua por encima, porque se hinchan durante el proceso.
Caducidad aproximada
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Sin conservante: 3–7 días en nevera.
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Con Cosgard (u otro conservante de amplio espectro): hasta 2–3 semanas en nevera. Pero si lo añades a tus cosméticos puedes utilizarlos durante 8-10 meses, aunque con el tiempo irán perdiendo eficacia. Añade conservante de 0,6% a 1% del total de la fórmula. Ejemplo: para 100g de fermentado, añade entre 0,6 y 1g de Cosgard.
Añádelos a tus fórmulas caseras
El fermentado sustituirá o complementará la fase acuosa de tus fórmulas, puedes utilizar el fermentado sólo o bien utilizarlo en combinación con otra agua destilada, agua floral o hidrolato + el fermentado. Si la fórmula lleva fase oleosa y emulsionante, añade el fermentado en la fase acuosa y caliéntalo suavemente (máx. 40 °C para no dañar los activos). En estos casos lo ideal es utilizar emulsionantes que no te obliguen a calentar la fase acuosa.
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Tónicos faciales: 80–95% de fermentado + resto de activos y conservante.
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Mascarillas: sustituye el agua o hidrolatos por fermentado en un 30–70% de la mezcla.
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Fase acuosa en emulsiones: sustituye hasta un 60% del agua destilada, agua floral o hidrolato por fermentado.
Ten en cuenta estos consejos para mayor seguridad y alargar la vida útil
- Ajusta el pH a 4,5–5,5 para dificultar el crecimiento microbiano.
- Congela en cubitos y descongela solo la cantidad que vayas a usar.
- Esteriliza siempre utensilios y envases que vayas a utilizar y desinfectalos pulverizando alcohol 96º y dejándolo secar.
- Si aparece moho, olor extraño o cambio de color, descarta.
- Haz pequeñas cantidades para asegurar frescura.
- No uses fermentados caseros en productos para vender.
Te comparto una tabla con algunas ideas de ingredientes para tus fermentados
